De todos los recuerdos de la infancia hay muchos que se quedan grabados en nuestra mente a fuego. Recuerdo ahora con especial gratitud un método de gestión del tiempo que nos enseñaron en el colegio en el que estudié, el colegio Vedruna de Madrid. Estamos hablando 3º o 4º de EGB, por aquel entonces creo que andaba por los 9 ó 10 años.
No sé si mi memoria me falla pero creo que el método consistía en lo siguiente:
- El lunes primera hora el profesor explicaba los temas y actividades a desarrollar durante la semana para cada asignatura (matemáticas, sociedad, ciencias naturales, ...).
- Una vez recibidas las explicaciones cada alumno debía de estimar el tiempo que iba a emplear durante la semana en cada una de las asignaturas. Para ello disponía de una hoja con dos círculos divididos en 8 porciones iguales. Cada uno de los círculos representaba la semana y cada porción 1/8 de la semana. Cada porción del primer círculo debía de colorearse con un color: matemáticas en amarillo, sociedad en azul, .... Por ejemplo, si creías que ibas a emplear más tiempo en matemáticas rellenabas más porciones de amarillo.
- Durante la semana recibías las explicaciones y hacías tus actividades. Si alguien terminaba antes de que finalizase la semana tenía premio: el tiempo que le sobraba podía dedicarlo a distintos juegos que había en el aula. El que no terminaba supongo que tendría un NA (No Progresa Adecuadamente) en su boletín de notas.
- Al finalizar la semana debías de colorear las porciones del segundo círculo con el tiempo que realmente te había llevado cada asignatura y analizar las diferencias.
Con el tiempo me di cuenta de que este método que interioricé durante la infancia lo estaba aplicando continuamente en mi día a día: durante mis estudios, en mi trabajo, en mis tareas personales, ... Se convirtió en un hábito que considero me ha dado muy buenos resultados y que me ha ayudado a ser más productivo, hacer más con menos. ¡La importancia de lo que nos enseñan en la infancia...!
Precisamente esta es una de las técnicas recomendadas por David Allen en su método GTD-Getting Things Done: la revisión semanal (weekly review) que consiste en reunirse con uno mismo y repasar el trabajo hecho durante la semana y el pendiente para la próxima. Es una de las maneras más efectivas de identificar el tiempo mal empleado con el objetivo de mejorar y ser más productivo.
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